¿Qué es la ELA? Síntomas y todo lo que debes saber

La Esclerosis Lateral Amiotrófica es una de las enfermedades más frecuentes que afectan a las neuronas motoras. También se le conoce como enfermedad Lou Gehrig, en honor a un jugador de béisbol de la década de los 30 que llevaba ese nombre y sufría de ella. En este artículo explicaremos qué es la ELA, síntomas y todo lo que debes saber.

La Esclerosis Lateral Amiotrófica o ELA es una enfermedad que afecta a las células nerviosas del cerebro y la médula espinal. Es progresiva, por lo que la persona que la padece va perdiendo su capacidad muscular.

Esta enfermedad del sistema nervioso se inicia con una debilidad en los músculos que avanza gradualmente, incluso el habla se hace dificultosa al principio. Afecta los músculos, menos los que controlan el corazón, el movimiento de los ojos y los esfínteres.

Aún la ciencia no sabe por qué se produce la ELA, aunque se asocia a factores hereditarios. La persona con ELA va perdiendo la facultad de moverse, hablar, respirar y comer. Además, no tiene cura, por lo que al final resulta mortal.

Síntomas del ELA

Para entender qué es la ELA es necesario comprender sus síntomas. Estos se inician cuando manos o piernas pierden fuerza o sufren de atrofia muscular, luego se va extendiendo a otras extremidades.

La persona empezará a manifestar ciertas contracciones en la musculatura (llamada fasciculaciones) y calambres dolorosos ante cualquier movimiento. Además, presentará dificultad para tragar, pronunciar palabras e incluso para respirar bien.

La enfermedad no tiene una progresión regular, es decir, progresa de manera diferente en cada parte del cuerpo. A veces este progreso resulta muy lento, con períodos estables, acompañado de cierto grado de incapacidad.

El avance de la enfermedad ocurre sin dolor, sin embargo, la persona seguirá presentando malestares por calambres y pérdida de función y movilidad muscular. Habrá ocasiones en la que surgirán respuestas emocionales impropias ante afectos físicos (risas o bostezos inapropiados, llantos, etc.).

síntomas del ELA

Causas del ELA

La Esclerosis Lateral Amiotrófica ocasiona el deterioro progresivo de las neuronas motoras, que son las que controlan los movimientos voluntarios de los músculos. Ellas van desde el cerebro, pasan por la médula espinal y se extienden a los músculos.

Cuando las neuronas motoras se dañan, los músculos no reciben información de ellas, por lo que empiezan a fallar. Esta enfermedad resulta hereditaria entre el 5% al 10% de las personas que la padecen, del resto se desconoce.

Las investigaciones para descubrir sus causas aún siguen en curso, algunas manejan la tesis que es debido a procesos complejos entre factores hereditarios y ambientales.

Factores de riesgo de la ELA

Para seguir comprendiendo qué es la ELA, conozcamos algunos factores de riesgo:

  • Hereditarios. La mayoría de personas con un familiar que la padece, tienen 50% de probabilidad de sufrirla.
  • La edad. Con la edad hay probabilidad de que se sufra de ELA, siendo más propensos aquellos entre los 40 y 60 años.
  • Sexo. En los hombres es más común antes de los 60 años. Sin embargo, la probabilidad según el sexo desaparece después de los 70 años.
  • Los genes. Hay algunos estudios de genoma humano donde las variaciones genéticas fueron parecidas entre las personas con ELA familiar y algunas que padecían la enfermedad no hereditaria.

También están los factores ambientales, los cuales comprenden:

  • Tabaquismo. El fumar es el mayor riesgo ambiental que da la probabilidad que una persona sufra de ELA. Las mujeres son las que tienen mayor riesgo, especialmente luego de la menopausia.
  • Exposición a contaminantes. Hay evidencias que indican que cuando se expone a plomo u otros químicos en el trabajo o en el hogar, hay mayor riesgo de sufrir de la enfermedad.
  • Servicio militar. Ciertas investigaciones indican que personas que han servido a las Fuerzas Armadas tienen mayor riesgo de padecer ELA. No está claro qué la produce, pero al parecer tiene que ver con la exposición a algunos metales o químicos, por infecciones virales o traumatismos.

¿Cómo se diagnostica la ELA?

Para saber si un paciente sufre de ELA, se analizan los síntomas y se hace una prueba llamada electromiografía. Varias enfermedades se asocian con sus síntomas, por ejemplo, las hernias discales, la artrosis cervical, la sífilis, tumores, hipotiroidismo, borreiosis, etc.

Hay veces en que estas enfermedades deben ser descartadas por medio de un análisis sanguíneo, una punción lumbar para extraer líquido cefalorraquídeo o a través de una resonancia magnética (cerebral y cervical). Sin embargo, si persisten las dudas para determinar el diagnóstico, será necesario realizar una biopsia muscular.

como se diagnostica el ELA

¿Cómo se trata la ELA?

Para conocer qué es la ELA, es necesario saber cómo se trata. Se sabe que hay ciertos medicamentos que frenan su evolución y suelen ser efectivos. Aunque la enfermedad no es curable.

La fisioterapia puede evitar ciertas complicaciones ocasionadas por la debilidad muscular o cuando hay dolor, estreñimiento, insomnio, calambres musculares o depresión. Si la persona presenta dificultad para hablar, existe la ayuda de logopedas o se usa un aparato que amplifique los sonidos vocales.

Para que el paciente y la familia logren adaptarse al proceso de discapacidad, se requiere de un grupo multidisciplinar, comprendido por médicos, psicólogos, fisioterapeutas, entre otros, que les permitan sobrellevar de la mejor manera la enfermedad.

Complicaciones del ELA

En la medida que la enfermedad avanza surgen algunas complicaciones, entre las más comunes están:

  • Problemas respiratorios. Como es una enfermedad progresiva, llega un momento en que los músculos para respirar dejan de funcionar. En este sentido, se necesitará de un dispositivo para que durante la noche pueda respirar. Estos suelen ser muy parecidos a los utilizados para la apnea del sueño.
  • Dificultad para hablar. Estos se inician con dificultad leve y ocasional, con el tiempo se agrava y se vuelve dificultoso para que otra persona lo entienda. Por ello, muchos pacientes recurren a tecnología para hacerlo.
  • Problemas de alimentación. Al presentar daños en los músculos, la persona que sufre de ELA presenta desnutrición y deshidratación. Además, tienen alto riesgo de que entren a sus pulmones alimentos, líquidos o saliva, que pueden ocasionarle una neumonía.

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