Hiporexia en personas mayores: cuando se pierde el apetito
¿Qué es la hiporexia?
La hiporexia es un término médico que se utiliza para describir la pérdida de apetito o la disminución del deseo de comer. Aunque es común experimentar cambios en el apetito a lo largo de la vida, la hiporexia en las personas mayores es especialmente preocupante debido a los posibles efectos negativos en la salud y el bienestar general.
Causas de la hiporexia en personas mayores
La hiporexia en las personas mayores puede tener múltiples causas. Algunas de las razones más comunes incluyen:
- Cambios fisiológicos: Con el envejecimiento, se producen cambios fisiológicos en el organismo, como una disminución en el metabolismo y en la producción de hormonas del apetito, lo que puede influir en la sensación de hambre y saciedad.
- Condiciones médicas: Las enfermedades crónicas frecuentes en la tercera edad, como el cáncer, la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson o la insuficiencia cardíaca, pueden afectar el apetito y provocar hiporexia.
- Efectos secundarios de medicamentos: Algunos medicamentos empleados en el tratamiento de enfermedades crónicas pueden tener efectos secundarios que afectan el apetito y provocan una disminución del deseo de comer.
- Problemas dentales o bucales: La presencia de problemas dentales, como dolor de muelas o dentaduras mal ajustadas, puede dificultar la masticación y el proceso de comer, lo que lleva a una disminución del apetito.
- Cambios psicológicos: Factores emocionales como la depresión, la soledad, el estrés o la ansiedad pueden influir en el apetito y provocar hiporexia en las personas mayores.
- Pérdida del olfato y el gusto: Con el envejecimiento, es común experimentar una disminución en el sentido del olfato y el gusto, lo que puede afectar la apreciación de los sabores y reducir el interés por la comida.
Impacto de la hiporexia en personas mayores
La hiporexia en las personas mayores puede tener consecuencias significativas para la salud y el bienestar. Algunos de los posibles efectos incluyen:
- Desnutrición: La falta de ingesta adecuada de nutrientes esenciales puede llevar a la desnutrición, lo que debilita el sistema inmunológico, aumenta el riesgo de enfermedades y retrasa la cicatrización de heridas.
- Pérdida de peso: La hiporexia puede provocar una pérdida de peso no deseada, lo que puede afectar la masa muscular, la fuerza física y la energía general.
- Debilidad y fatiga: La falta de nutrientes y calorías puede provocar debilidad muscular y fatiga, lo que dificulta la realización de actividades diarias y reduce la calidad de vida.
- Mayor riesgo de caídas y fracturas: La falta de nutrientes puede debilitar los huesos, aumentando el riesgo de caídas y fracturas en las personas mayores.
- Problemas cognitivos: La malnutrición y la falta de nutrientes pueden afectar la función cerebral, lo que puede dar como resultado problemas de memoria, dificultades de concentración y disminución de la cognición.
Estrategias para abordar la hiporexia en personas mayores
Es importante abordar la hiporexia en las personas mayores para garantizar una adecuada nutrición y bienestar. Algunas estrategias que pueden ayudar incluyen:
- Modificar la textura y el sabor de los alimentos: Adaptar los alimentos a las preferencias individuales y asegurarse de que sean atractivos y apetitosos. Esto puede incluir agregar condimentos, salsas o especias para realzar el sabor, o modificar la textura de los alimentos para facilitar la masticación y la deglución.
- Planificar comidas regulares y equilibradas: Establecer horarios regulares para las comidas y asegurarse de que sean equilibradas y nutritivas, con una variedad de alimentos que incluyan proteínas, carbohidratos, grasas saludables y vitaminas y minerales esenciales.
- Estimular el apetito: Realizar actividades que estimulen el apetito, como dar paseos al aire libre, socializar durante las comidas o agregar elementos visuales atractivos a la presentación de los alimentos.
- Adaptar la dieta a las necesidades individuales: Tener en cuenta las preferencias alimentarias, las restricciones dietéticas y las condiciones médicas individuales al planificar las comidas.
- Considerar suplementos nutricionales: En algunos casos, los suplementos nutricionales pueden ser necesarios para garantizar una ingesta adecuada de nutrientes en personas con hiporexia.
- Tratar las causas subyacentes: Si la hiporexia está relacionada con una enfermedad subyacente o medicamentos, es importante tratar y abordar esos problemas específicos para ayudar a mejorar el apetito.
- Apoyo emocional y social: Brindar apoyo emocional y social a las personas mayores puede ayudar a reducir el estrés, la ansiedad y la soledad, que pueden contribuir a la hiporexia.
Cuándo buscar ayuda médica
Si la hiporexia persiste y se convierte en un problema crónico, es importante buscar ayuda médica. Un profesional de la salud podrá evaluar la situación de manera adecuada y determinar si hay una causa subyacente que necesita ser tratada. Además, un nutricionista o dietista puede brindar orientación y recomendaciones específicas para garantizar una adecuada ingesta de nutrientes.
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